1080º Avalanche
Los maestros de la avalancha llegaron con fuerza en "Avalanche 1080"
Este juego de snowboard para Nintendo GameCube cumplió su promesa de ofrecer una experiencia emocionante y llena de adrenalina.
La secuela de un título que dejó su huella en la Nintendo 64 tardó en llegar, pero por fin pudimos sumergirnos en cómo la evolución de este juego que no solo fue jugable y espectacular, sino también innovadora, prácticamente inventando un género por sí mismo.
Y como era de esperar, la nueva entrega de "1080" superó a su predecesor en todos los aspectos técnicos. Los efectos gráficos fueron impresionantes, con detalles y reflejos que crean un apartado visual meticulosamente diseñado. El sonido también fue excepcional, desde la vibrante banda sonora hasta el estruendo de la avalancha, creando el ambiente perfecto para este deporte extremo.
La diversión no se limitaba a la competición principal, ya que existen otros desafíos disponibles. Si no te conformabas con bajar montañas, siempre podías poner a prueba tus habilidades en la rampa de saltos, el halfpipe o en un variado circuito.
Aunque donde 1080º Avalanche realmente destacó fue en la propia experiencia de juego. Desde la primera partida, te dabas cuenta de que todo a tu alrededor cobraba vida. No es solo una montaña, nieve y surf, sino que en tu descenso te encontrabas con otros esquiadores, fauna salvaje e incluso reactores, desafiando varias veces la avalancha.
También dispone de una modalidad para competir en eslalon, realizar acrobacias o enfrentarte al cronómetro. Con toda esta acción en pantalla y un control fácil de manejar, la diversión llega de inmediato. Y si tenías tres amigos cerca, conectabas las GameCube a través del módem (red LAN) y podías (y puedes) jugar cada uno en su propia televisión.
Los escenarios nocturnos muestran una iluminación de lujo, con una abundancia de reflejos y efectos gráficos sobresalientes. La cámara siempre muestra el ángulo adecuado, combinando visibilidad con espectáculo de manera impresionante.
Sin embargo, a pesar de todas estas virtudes, Nintendo, dos años después de su lanzamiento, se dio cuenta de que las ventas no estaban a la altura de sus expectativas. Las third parties estaban retirando el apoyo a Nintendo, lo que llevó a la propia compañía a esforzarse al máximo para ofrecer títulos a la GameCube. Así nació esta joya del deporte, que lamentablemente fue subestimada en su época. Hoy, después de 20 años, es el momento perfecto para redescubrir este juego que apenas se ve en la actualidad.
La calidad general es excelente, con efectos espectaculares que capturan la atención.
La música encaja perfectamente, acompañada de efectos atronadores que sumergen al jugador en la experiencia.
La diversión es intensa y directa, con un control que facilita la inmersión en el juego.
El modo principal puede no ser extenso, pero siempre queda la opción del multijugador para prolongar la diversión.
